El país está en crisis. Procesos de estancamiento e hiperinflación hacen estragos en el poder adquisitivo, y con ello, en la calidad de vida, en las aspiraciones de progreso y hasta en lo más elemental, poder mantenerte con vida en un país donde técnicamente escasean los Médicos y los medicamentos. Suena como una locura, lo sé, pero es un hecho, nos estamos quedando inclusive sin médicos. Pero en este punto, no voy a redundar en los factores generales de la crisis que sabemos existen y el por qué. Acá mencionaré 5 de los que considero son los retos más duros que deben superar los empresarios del país para permanecer acá sin morir económicamente en el intento.

A continuación los menciono:

El reto de la hiperinflación: El cambio agresivo de los precios es un factor determinante para estimar la vida de una empresa, por lo menos en este año 2018 y el primer trimestre del 2019. Esta situación obliga a los empresarios a realizar revisiones permanentes y diarias de los costos, ingresos y utilidades promedios. El no tomar en cuenta cualquier variación en los costos, por más mínima que sea, básicamente sería un suicidio empresarial. Esa vieja cultura del dueño “satélite” de negocios debe extinguirse en estos tiempos de incertidumbre. Sin vigilancia extrema, la empresa puede descapitalizarse en muy poco tiempo.

El reto del dólar y el tipo de cambio paralelo: Se acogió la visión de que el tener tu dinero en dolares mientras vives en Venezuela, es una especie de garantía de calidad de vida pues estás «protegido» de la inflación que golpea al país. Pero tal vez ya te diste cuenta que cada vez necesitas más dolares para poder cubrir los mismos gastos fijos mensuales para tu manutención en el país. Entonces te preguntas ¿qué pasa aquí? Los precios internos en bolívares están subiendo hasta 10 veces (estimación propia) más rápido que el incremento del tipo de cambio llamado paralelo que básicamente se mueve en función de las transacciones en Cúcuta. ¿Cuál es el reto acá? Superar la creencia de que el tener tu dinero en $ es garantía de protección a tu patrimonio viviendo en Venezuela. Si no tienes el dinero en movimiento, estás perdiendo.

El reto de la fuga de talentos: Esto es algo sobre lo que no tienes control como empresario, y este año 2018 será aún más masiva la salida de hermanos venezolanos, es natural, la situación empeora día a día. «No es importante el que se va…» hay un dicho por allí, en este momento sí lo es, pues no encontrarás a alguien que lo reemplace, no por lo menos rápido o fácil. En ese sentido el reto es cambiar el paradigma de patrono-empleado y darle a los trabajadores la posibilidad de encontrar en tu empresa algún beneficio que les invite a quedarse pese a la crisis. Incentivos en dinero, ayudas en alimentos, formación y capacitación útil, que sientan que hacen carrera contigo, que están creciendo de alguna manera. ¿Difícil? Sí, debes desprenderte de algo si quieres lograr tenerlos como aliados. Como me dijo un amigo y socio empresario que escuchó a su vez en una conferencia: “Reparte la torta…” Si hay beneficio compartido, habrá fidelidad. No hay garantía de permanencia, pero sí podrás tenerlos como aliados más tiempo del esperado.

El reto de la apariencia millonaria: Se hizo cultura que luego de amasar ganancias de empresas bien dirigidas, sus socios-accionistas comenzaban a vivir como querían hacerlo, grandes casas, lujosos vehículos, prendas llamativas. Pero señores, el país está comenzando a experimentar su pico más alto de inseguridad ¿vas a exponer tu vida por mostrar a otros una ostentosa camioneta? Estos son tiempos de ser recatados, cautelosos, y como se dice en la calle: «bajo perfil». Si tienes necesidad de mostrar al mundo lujos y riquezas, te recomiendo que montes tu empresa en otro país, acá el empresario debe pensar en mantenerse operando, con el mínimo costo posible siendo lo más cauteloso que pueda.

El reto de la inversión: «No inviertas o perderás, estamos en crisis», así lo escucho comúnmente en espacios de debate económico. Pero particularmente creo que es tiempo de invertir, siempre y cuando se haga de forma inteligente. Los bienes inmuebles bajan de precio, el mercado bursátil a la baja podría representar una oportunidad si se hace con buena información, los nuevos productos y servicios dirigidos a un target específico son una apuesta de capitalización en un país que no tiene competencia. Creo que es el momento de invertir, pero de forma inteligente.

Y bueno, así como estos, podría mencionar decenas de otros retos que considerar para todos los que están haciendo empresas. Pero por ahora les invito a enfocarse en el propósito de crear valor a sus organizaciones. Reinviertan en sus empresas, no las dejen morir, resistan todo lo que puedan, ustedes y yo sabemos que un cambio eventual político en el país reactivaría un muy interesante dinamismo empresarial del que todos podemos sacar beneficio honesto.