Un poco de contexto

La migración ha sido un hito de investigación en los últimos años debido a su crecimiento acelerado. Para el año 2017 se registraron 258 millones de emigrantes según datos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (ONU-DAES), cerca del 3,3% de la población mundial significando un aumento del 49% en los años comprendidos entre 2000 y 2017. En gran medida la migración durante este periodo de tiempo ha sido estimulada por sucesos como el aumento de los conflictos armados en países de oriente medio, la crisis financiera de 2009 y el reciente crecimiento de economías emergentes.

El aumento de la población migrante en todo el mundo no solo ha significado la distribución de personas a nivel global, también ha generado una creciente movilización de capitales con un impacto interesante en cada uno de los países hacia donde es dirigido este dinero. Es por esto que las remesas internacionales representan uno de los eslabones más influyentes dentro de la dinámica económica mundial, siendo una de las más importantes motivaciones del esfuerzo laboral de los emigrantes y traduciéndose en la principal fuente de ingreso para muchas personas en todo el mundo que luchan contra los desequilibrios financieros en sus países.

Remesas: costos y obstáculos

El volumen de las remesas en todo el mundo para el año 2017 alcanzó la cifra de 625.000 millones de dólares según datos del Banco Mundial, siendo India, China, Filipinas y México los países con mayor porcentaje de recepción. Comparando esta cifra con el PIB global del mismo año, la economía migratoria contribuye con el 0.77% de todo el capital que se genera en el mundo. Esta tendencia se encuentra en constante crecimiento, ya que para el año 2018 el Banco Mundial estimó un crecimiento en el envío de remesas del 10,4% para alcanzar la cifra de 689.000 millones de dólares.

No obstante, existen grandes obstáculos dentro de este sector. En primer lugar, el costo para poder realizar operaciones de envío de dinero a diferentes partes del mundo suele ser muy costoso al estar sujeto a múltiples variables que afectan su buen desempeño. Para el 2018 los costos asociados por enviar remesas eran del 7.1% en promedio, lo que vendría siendo un poco más de 44.000 millones de dólares por año solo en comisiones. Sin embargo, existen diversos actores que se encargan de gestionar este mercado, y sus costos varían dependiendo de quienes prestan estos servicios, de los cuales destacamos: Bancos (10.7%), los Operadores de Transferencias de Dinero (MTO, 6.5%) y Oficinas Postales (7,2%). Segundo, el tiempo que es requerido de estas instituciones para realizar las operaciones de remesas, en promedio tardan entre 2 a 6 días dependiendo del tipo de operación e intermediarios dentro del proceso.

Criptoremesas, una solución convencional

Instituciones como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo han reconocido el potencial de las criptomonedas y Blockchain gracias a la relevancia que han tomado en los últimos años en diversos aspectos financieros, tecnológicos y sociales. Blockchain nos presenta una nueva etapa del Internet a través del Internet del Valor, y las criptomonedas representan uno de los canales de transmisión de valor a una escala global de forma casi inmediata y con estándares de seguridad elevados acorde a la gran digitalización de la economía que observamos en la actualidad.

Bitcoin (btc) y el resto de criptomonedas nos brindan la posibilidad de enviar dinero a cualquier parte del mundo sin restricción o condición alguna al ser ya una unidad de cambio en relación a muchas divisas actuales. Basándose en la hiperconectvidad que ya posee Internet solo se necesita tener acceso a la web y una dirección de criptomoneda para poder enviar y recibir dinero totalmente P2P (Person to Person) sin costos de intermediación en el proceso y con una nula exposición al fraude.

El costo de transferencia de criptomonedas está sujeta a una tasa interna de su red que es cobrada por la verificación de la transacción por parte del proceso de minería. En el caso de Bitcoin, actualmente esta comisión de red está cerca de los 0.00005 btc, lo que representa 0.20 $ por cualquier cantidad de dinero enviada, desde 1 $ a 1.000.000 $ en btc, siendo esta la facultad más interesante para tomar a las criptomonedas como canal alternativo para el envío de remesas internacionales.

Criptomonedas en la diáspora venezolana

En el caso venezolano existen diversos factores que han generado un ecosistema interesante para la interacción de las criptomonedas en aspectos económicos. Cerca de 4 millones de venezolanos se encuentran fuera de Venezuela producto de la diáspora que transita nuestro país, los índices hiperinflacionarios superan el 1.000.000 % anual y las restricciones latentes en el mercado cambiaron han obligado a las personas buscar opciones para existir dentro de este declive. El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) proyectaba que para el 2018 el volumen de remesas hacia Venezuela se elevaría a 6.000 millones de dólares. Sin embargo, las mismas se encuentran sujetas a pasar por grandes costos durante este proceso (entre 13% y 14%). Parte de este hecho podemos atribuirlo a las brechas que existen entre las diferentes tasas de cambio que poseen monedas como el Dólar y el Euro, los costos asociados por los terceros que brindan este servicio y los riesgos vinculados al manejo de divisas en el país.

A pesar de esto no todo está destinado a que siga por este mismo camino, la misma crisis económica venezolana ha motivado a muchas personas a creer en las criptomonedas como solución parcial a este tipo de problemas. Actualmente Venezuela ostenta el segundo lugar como el país con mayor volumen de comercialización de bitcoins en el mundo en la plataforma Local Bitcoins (un mercado P2P donde personas de 40 países comercializan Bitcoin con su moneda local) al poseer un volumen de comercialización de 30 millones de dólares mensuales.

Este mercado permite a sus usuarios intercambiar btc a tarifas sumamente bajas en relación a las otras plataformas que existen en el ecosistema y que son muy atractivas para los venezolanos. Por otra parte, un factor que también agrega valor a esta plataforma es la liquidez inmediata que posee y que permite hacer los intercambios de cripto a fiat en cuestión de minutos.

Conclusiones

Realmente el ecosistema cripto a nivel global se encuentra en pleno desarrollo e investigación. A pesar de esto ya existe evidencia de la capacidad de solventar diversos problemas que atañen a muchas personas en el mundo como es el caso de las remesas. En el caso de Venezuela, muchas personas ya han asimilado estas herramientas como parte de su día a día para satisfacer diversas necesidades que poseen en términos monetarios. A medida que más segmentos sociales comienzan a indagar sobre este nuevo sector y las oportunidades que el mismo tiene para brindarles, nuevas iniciativas surgirán para mejorar los procesos inherentes que implique cualquier actividad comercial basada en criptomonedas, generando así un ecosistema latente de innovación y de potenciales soluciones a muchas urgencias que actualmente posee el país.

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