Hoy es 1ero de mayo de 2019 y en medio de la crisis económica, política y social más compleja que ha tenido Venezuela, N. Maduro vuelve a aumentar -unilateralmente- el salario mínimo y el cesta ticket, con la hiperinflación más alta del mundo. Haciendo un poco de memoria, desde 1999 hasta 2019, se ha aumentado el salario mínimo 67 veces, de las cuales 32 -incluyendo el reciente aumento- corresponden a la gestión de N. Maduro.

Según la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.452, de fecha 25/04/2019 de la ANC, en su artículo N° 1 se establece que: «Se incrementa el salario mínimo mensual obligatorio en todo el territorio nacional… a partir del 16 de abril de 2019, a 40.000 Bs. mensuales.» Siendo este el mismo monto para el pago de pensiones de jubilados y pensionados. Todo esto pasa mientras el BCV ajusta discrecionalmente el tipo de cambio a 5.200 Bs./$, depreciando al bolívar en un 26%, y aumentado al Petro -unidad de cuenta- en un 122,22%.

El último aumento salarial de 2019 llevó al salario mínimo del mes de enero a 18.000 Bs., con unos cesta tickets de 1.800 Bs., quedando el salario integral en 19.800 Bs. Si el tipo de cambio al cierre de enero de 2019 fue de 3.200 Bs./$, el salario integral mensual de enero en $ fue de $ 6,19 y diario de $ 0,21, muy por debajo del dólar diario asumido por entes multilaterales como el umbral de la pobreza. El nuevo salario integral a mayo 2019, está compuesto por 40.000 Bs. de salario mínimo, 25.000 Bs. de cesta tickets, quedando en 65.000 Bs., que al tipo de cambio vigente a mayo 2019 según el BCV -5.202,94 Bs/$-, muestra un salario mensual de $ 12,50 y diario de $ 0,42, que representan 2.166,66 Bs. diarios, cuando un café puede costar entre 5.000 Bs. a 7.000 Bs. a la fecha.

Evidentemente este aumento no corrige los graves problemas económicos del país, más bien los acrecienta, debido a que exige mayor cantidad de liquidez -628% al 1er trim. 2019- en el mercado, la cual seguirá presionando los precios al alza haciendo inútil los bolívares recibidos para cualquier persona, familia o empresa. Según cálculos del Centro de Análisis de Datos de la Federación Venezolana de Maestros CENDAS-FVM, la canasta básica familiar se ubicó para el cierre del mes de marzo 2019 en 2.491.159,29 Bs., unos $ 413 mensuales al tipo de cambio oficial.

Esta cifra es inalcanzable para una familia promedio de 4 personas, de las cuales 2 son mayores de edad y perciben -por lo menos- el nuevo salario mínimo integral, porque para cubrirla totalmente hacen falta 38,33 salarios, es decir, 19,16 familias juntas con las precitadas características podrían adquirirla. Esto revela el estado de depauperación -disminución del consumo- de la familia promedio venezolana, en un escenario de dolarización de facto, al ser limitados -retiros bancarios diarios- y escasos los bolívares físicos emitidos por el BCV, en un mercado con estructuras de costos y precios fijados en dólares.

A esta situación debemos sumar las recientes sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) por sus siglas en inglés, dependiente del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América (U.S. Department of Treasury), las cuales establecen el “Bloqueo de propiedad y suspensión de la entrada de ciertas personas que contribuyen a la situación en Venezuela” y “Bloqueo de la propiedad de personas adicionales que contribuyen a la situación de Venezuela”, orientadas, en palabras del Secretario del Tesoro Steven T. Mnuchin, a “…evitar que el Banco Central de Venezuela se use como una herramienta del régimen ilegítimo de N. Maduro, que continua saqueando los activos venezolanos y explotando las instituciones gubernamentales para enriquecer a los internos corruptos.”

Cada vez se hace más evidente la ausencia de coordinación macroeconómica, la improvisación en la toma de decisiones de política económica, el uso discrecional de las finanzas públicas y la indolencia oficial respecto a la recuperación del aparato productivo nacional. No hay interés real en mejorar lo económico, mientras el venezolano, su familia y sus empresas deben constantemente reinventarse para mantener en pie, no solo el valor de su trabajo o la propia empresa, sino su esperanza y dignidad. Los eventos que transcurren solo suman a un escenario difícil, con un PIB proyectado al cierre de 2019 de -37%, cuando ya entre 2014-2018 se acumula un -50% del PIB, y una inflación interanual Mar. 18-Mar. 19 de 1.623.656%, según cálculos de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.

Es indispensable el desmontaje de la actual estructura gubernamental, para -en estado de emergencia- recuperar el aparato productivo nacional, y con él, el resto de la economía.