El proyecto del Cinturón y la Ruta (Belt and Road), o también denominado la Nueva Ruta de la Seda (New Silk Road), es sin lugar a dudas el proyecto de desarrollo de infraestructuras trasnacional y transoceánico más grande y más ambicioso de la historia, valorado con un presupuesto de 4 a 8 trillones de dólares. 

El mismo es liderado por China y el propósito será crear complejas rutas terrestres y marítimas para conectar a este país con sus principales mercados y proveedores. El principal foco radica en conectar China con Europa a través del cinturón terrestre Euroasiático de unos 12 mil kilómetros de distancia que evoca la ruta de la seda ancestral, involucrando directamente a unos 68 países a su paso que concentran un 65% de la población mundial y 40% del PIB global. Sin embargo, esta realmente es una de las rutas de una compleja red de rutas y corredores económicos que involucran desde su concepción más amplia a por lo menos 158 países de cada continente. Por su parte, el incremento en el comercio es apenas uno de los objetivos a alcanzar con el proyecto. 

El proyecto del Cinturón y la Ruta se divide en dos componentes: el Terrestre denominado El Cinturón Económico De La Ruta de la Seda (丝绸之路经济带) y el Marítimo denominado La Ruta De La Seda Marítima del Siglo XXI (21世纪海上丝绸之路) y fue anunciado formalmente en Octubre de 2013 por el Presidente de China, Xi Jinping, rápidamente convirtiéndose en el proyecto bandera de su administración. En 2015 se creó el Grupo Líder en el Avance del Desarrollo del Cinturón y La Ruta (Advancing the Development of the One Belt One Road Leading Group) y se dió a conocer el plan denominado La Visión y Las Acciones que describe aspectos técnicos como las rutas y los proyectos involucrados.  En el 2017, en un acto sin precedentes se incluyó el proyecto en la constitución del país. 

De acuerdo al documento de la Visión y Las Acciones del Cinturón y la Ruta, el componente terrestre se refiere a la creación de tres rutas geográficas: 

  • La primera va del noroeste y noreste de China hasta Europa pasando por el Océano Báltico, por Rusia y Asia Central. 
  • La Segunda va desde el Noroeste de China hasta el Golfo Pérsico y el Mediterráneo pasando por Asia Central y Asia Occidental.
  • Y una última ruta que va desde el Sureste de China hasta el océano Índico a través de los países que bordean India.

 A su vez estas tres rutas se dividen en seis corredores económicos:

  1. Eurasiático de tierra y puente,
  2. China-Mongolia-Rusia,
  3. China-Asia Central-Asia Occidental,
  4. China-Indochina, 
  5. China-Pakistan,
  6. Bangladesh-China-India-Mianmar. 

El desarrollo de dichos corredores económicos involucran proyectos concretos de infraestructura que deben ser desarrollados, concretamente: ferrocarriles, ferrocarriles de alta velocidad, carreteras, puertos marítimos, puentes, rutas aéreas, aeropuertos, inversiones en telecomunicaciones, generadores de energía eléctrica, oleoductos y gasoductos. 

El uso del término “El cinturón” para el componente terrestre tiene su lógica en el hecho que no se trata de unir puntos finales, en este caso China-Europa, sino más bien de conectar todos puntos intermedios a través de la integración económica que involucre conectividad y especialización con el propósito de crear cadenas de valor a lo largo de toda la ruta. Esto implica la coordinación de políticas, el desarrollo de infraestructura, la eliminación de barreras al comercio y la integración monetaria. Solo así se podrá garantizar una situación ganar-ganar con cada país involucrado en el proyecto pero con China a la cabeza de la cadena de valor más alta. 

Las necesidades más inmediatas de China son cinco:

  1. Diversificar sus rutas energéticas y comerciales. 
  2. Crear cadenas de valor globales lideradas por China. 
  3. Crear nuevos mercados para descongestionar el exceso de producción en ciertos rubros com el hierro, aluminio, fertilizantes, entre otros. 
  4. Mover el sector manufactura hacia otros países y quedarse con los sectores de alto valor: innovación, alta tecnología y servicios. 
  5. Desarrollar las provincias occidentales de China, particularmente aquellas políticamente tensas como Xinjiang y Tíbet.

La intervención estatal estará presente para dirigir el financiamiento y los focos de desarrollo para crear la conectividad necesaria para que se creen y se incorporen nuevos mercados. Se están creando además  tres cortes en el marco del proyecto para mediar las disputas y ofrecer un marco legal que den garantías y estado de derecho a los inversionistas. 

¿Quien financiará el proyecto?

Los costos del proyecto lo asumirán todas las partes involucradas, no obstante dado que la mayoría de los países involucrados son países en desarrollo (sobre todo aquellos países de Asia Central y Sureste Asiático) que no cuentan con recursos para invertir en los proyectos de las magnitudes propuestas. China, con amplios y cuantiosos recursos en sus reservas – muchos de los cuales reposan en bonos soberanos americanos de bajo retorno – ha propuesto asumir el financiamiento del proyecto por dos vías: préstamos a intereses (en algunos casos subvenciones) e inversión extranjera directa. 

Estarán allí involucrados los principales bancos estatales Chinos y El Banco de  Inversiones en Infraestructuras Asiático (The Asean Infraestructura Investment Bank) creado en 2015 con un capital de 100 millones de USD. El China Development Bank y el Export and Import Bank of China, han aprobado financiamiento para 900 y 1000 proyectos respectivamente en más de 60 países. En el caso del China Development Bank los desembolsos están valorados en 100 billones de dólares más un adicional de 250 mil millones de dólares en curso. Los bancos comerciales también se han sumado al financiamiento de proyectos.

En los últimos años, China ha comprado, adquirido, desarrollado o financiado puertos en la mayoría de los países alrededor del proyecto: Grecia (Pireo), Pakistán (Gwadar, Karachi y Qasim), Bangladesh (Payra y Chittagong), Sri Lanka (Hambantota y Colombo), Myanmar (Kyaukpyu), Tailandia (Koh Lanta y Laem Chabang). Ya cuenta con su primera base militar en Djibouti. Muchos de estos puertos van conectados con China vía terrestre particularmente desde Pakistán a la provincia China de Xinjiang y se propone la creación de un oleoducto. Desde Myanmar se planea establecer un gasoducto y oleoducto que llegue a la Provincia del Sur de China, Yunnan. Desde Yunnan también saldrán ferrocarriles de alta velocidad a Myanmar, Vietnam-Camboya, Laos-Tailandia-Malasia. 

Actualmente China está conectada con Europa a través de los puertos del Norte: Antwerp, Londres, Hamburgo, y Rotterdam. China aspira conectarse con Europa por el Sur a través del Mediterráneo-Mar Rojo por Agua y Turquía por tierra, y en donde países como Grecia, Italia y España se convertirán en los países claves de entrada a Europa. 

Algunas Implicaciones 

El proyecto del Cinturón y La Ruta será para China su plataforma para proyectar su nuevo rol de liderazgo en la escena internacional y fomentar un nuevo orden internacional en donde los países convergen hacia China. Las contradicciones económicas y la retórica política de occidente está incluso facilitando esta convergencia. 

Por siglos Occidente ha evitado que la conexión entre Oriente y Europa se concrete, por ello han buscado galvanizar esta ruta para hacerla inviable. La revolución bolchevique en Rusia fue apoyada por occidente, la creación del estado de Israel, la alianza con Arabia Saudita, el apoyo a los grupos separatistas radicales Sunnitas en Afganistán. Irán, Irak, Siria han sido otros puntos de fijación de la política exterior estadounidense. 

Esto ha volcado a los países hacia el mar obligando a Europa a comercializar con EEUU y a Asia también, pudiendo a su vez cercar a China en el mar en donde Occidente cuenta con superioridad naval y fuerte presencia en el Mar del Sur de China, en el Índico y en los principales estrechos marítimos. 

Una vez concretado el proyecto – la primera fase en el 2021 y completo para 2049 – no sabremos con exactitud el rol que jugará EEUU, pero sabemos que no será un juego pacífico: podemos esperar que EEUU exacerbe su conflicto con Irán y Rusia, una alianza con India – el principal rival de China en la Región – y una guerra comercial que seguirá escalando, más recientemente con la aprehensión de directivos de grandes conglomerados Chinos como Huawei o bloqueos económicos por parte de proveedores tecnológicos cómo ocurrió con los proveedores de chips de ZTE. Europa estará en una encrucijada en la que tendrá que ponderar sus alianzas tradicionales vs el crecimiento económico que demanda la población. 

Lo que sí debemos estar seguros es que ya no hay marcha atrás, estamos presenciando un cambio de fichas en el orden económico internacional global con China al frente. Sea esto positivo o negativo según se interprete, es una realidad. ¿Nos insertamos en ella o perdemos el bus? Esa es la pregunta que se hacen en este momento algunos líderes políticos. 

Profundizaré en el plan de China para la Ruta Marítima en una segunda entrega.