El pueblo, titular de la soberanía, es la fuente originaria de todos los poderes, es por eso que el sufragio fundamenta la organización del poder Estatal. La potestad de ser elector y ser elegido, jurídicamente, tiene categoría de un derecho público subjetivo de naturaleza política.

El sistema electoral no se agota con la simple elección de representantes, también conlleva la participación en la actividad gubernamental. El art. 21 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, proclamada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, expone lo siguiente:

“Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.”

Existen posiciones doctrinarias que le otorgan al sufragio diversas características, pero todos coinciden que es universal, igualitario y secreto.

¿Obligatorio o voluntario, que opción es mejor?

Es conocido que la obligatoriedad en el sufragio pretende eliminar o minimizar el ausentismo electoral, pero aquellos ciudadanos presionados emiten un voto que no es significativo para la democracia porque no proviene de su libre voluntad de participación, por otro lado, también se afirma que con el voto obligatorio se puede saber la disconformidad del ciudadano al votar en blanco pero esa premisa es dudosa puesto que por desidia, apatía o no haber reflexionado lo suficiente acerca de las propuestas electorales es que puede votarse de esa forma, sucede lo contrario si el voto es voluntario ya que la persona se traslada a su centro de votación pero vota en blanco y anulando su voto, indubitablemente estaría demostrando su rechazo a la oferta presentada.

El Perú y la eventual implementación del voto voluntario

Luego del referéndum que se llevó a cabo el año pasado, se reavivo el debate sobre la reforma constitucional para cambiar el voto obligatorio a voluntario. En el Perú la obligatoriedad no ha tenido los resultados esperados, en el referéndum se registró 27,68% de ausentismo, y 19,57% en las elecciones municipales y regionales del mismo año. Considerando las cifras anteriores se infiere que existe un número considerable de ciudadanos que prefiere no participar en los comicios electorales.

El voto facultativo podría fortalecer nuestra democracia y la calidad de las agrupaciones políticas en el sentido de que al ver que los ciudadanos ya no tendrán la obligación de ir a las urnas, los partidos políticos deberán esforzarse más para persuadir a la gente de votar por ellos y elaborar propuestas que satisfagan las necesidades de la población, asimismo, la gente votara convencida e informada y no compelida por una multa. Según Idea Internacional, organización intergubernamental que trabaja para apoyar, fortalecer las instituciones, los procesos democráticos en todo el mundo y desarrollar democracias sostenibles, eficaces y legítimas, el 13% de los países aún no existe el voto optativo y no en todos los que lo practican se castiga a los ciudadanos con una multa.

Incongruencias constitucionales y sociales sobre el voto obligatorio en el Perú

Dentro de una democracia ningún ciudadano debe ser forzado hacer uso de su derecho a participar en una elección. Tener un derecho en todos los casos no exige obligatoriamente su ejercicio. En el Perú la ley obliga al ciudadano a votar, no se respeta su libertad. Si no votas, la ley te multa incluso no toma en cuenta si eres pobre, eso es desproporcional.

La constitución política del Perú se contradice por si sola en el aspecto del sufragio. Ella señala que el voto “es personal, igual, libre, secreto y obligatorio…” (art.31). ¿Es posible que algo sea libre y obligatorio al mismo tiempo?

En síntesis, el voto debe ser facultativo en el Perú, la democracia no se impone por la coerción, el derecho de sufragio es un derecho fundamental que no debe ser condicionado a sanción alguna. La aplicación del voto facultativo en el país debe darse manera progresiva, y al mismo tiempo el Estado debe emplear esfuerzos para crear una educación cívica de calidad y promover la participación ciudadana.