La gran volatilidad y cantidad de dinero que se ha movido en el mercado de las criptomonedas ha hecho que su presencia sea parte del día a día en las conversaciones entre amigos, medios de comunicación y negociaciones.  Sin embargo, hay algunos aspectos que quizás no conocías de ellas.

No todas las criptomonedas son iguales

Hablar de las criptomonedas como si todas fueran un solo objeto de intercambio no tiene sentido. Las criptomonedas poseen características muy distintas, ya que su uso y diseño son muy diferentes. Los ejemplos más relevantes son Bitcoin, Dash, Monero o Ethereum.

El rol fundamental del Bitcoin es actuar como medio de pago con una supervisión descentralizada, que no esté contralada por algún Banco Central. Funciona como dinero para pagar o activo para invertir. Además de lo anterior, están Das y Monero, quienes aspiran a ofrecer más opacidad en las transacciones que se realicen, siendo más optimas para proteger la intimidad (Dash elimina la trazabilidad mediante una versión propia de PrivateSend).

Por otro lado, está Ethereum, una criptomoneda optimizada para realizar pagos a través de contratos inteligentes, los cuales son acuerdos digitales que se programan y se ejecutan automáticamente cuando se cumplen las condiciones establecidas en un inicio.

 Las criptomonedas han sido dominadas por los hombres

Es casi imposible saber quién está detrás de las transacciones que se realizan en criptomonedas. Sin embargo, Uphold a través de los datos de sus usuarios, afirma que el 75% de sus usuarios son hombres, mientras que la comunidad de estadísticas de Bitcoin, Coin Dance, asegura que el 91,22% de las transacciones de Bitcoin son realizadas por hombres.

Según algunos analistas, esto se debe a que las mujeres tienden a asumir un menor riesgo financiero, los hombres son quienes poseen más recursos para invertir y las criptomonedas se encuentran en entornos de mayoría masculina (desarrolladores de software, ingenieros, videojuegos, entre otros).

A medida que algunas criptomonedas tengan más tiempo y estabilidad, más mujeres se atreverán a invertir más dinero en ellas.

La legalidad de las criptomonedas

El Bitcoin se convirtió en el patrón oro de las criptomonedas ya que es la que cuenta con mayor capitalización y usabilidad en el mundo. Por tanto, los países que prohíban o limiten el Bitcoin terminaran por hacer algo parecido con las demás criptomonedas.

Según Coin Dance, de los 251 países el Bitcoin es legal en 110 países (44% del mundo), restringido en 8 países (3%), ilegal en 11 países (4%) y 122 países no cuentan con información al respecto (49%).

Los países que han ilegalizado las transacciones en bitcoins son Bolivia, Afganistán, Argelia, Bangladesh, Marruecos, Pakistán, Qatar, Macedonia, Arabia Saudita, Vietnam y Vanuatu. Otros países han prohibido su uso como medio de pago o activos financieros.

Las criptomonedas dicen mucho de nuestra sociedad

Las criptomonedas han nacido luego de años de crisis en los que el valor del dinero que dependía de los deudores, Bancos Centrales y Gobiernos se ha hundido. Asimismo, por la falta de privacidad debido al surgimiento de las grandes tecnologías que han extralimitado su uso con los datos personales y el interés de los Estados en reemplazar el dinero físico con dinero digital para eliminar la economía sumergida.

Es aquí, luego de años de crisis y debido a la falta de privacidad, donde nacen las criptomonedas cuyas operaciones no depende de alguna institución o Gobierno y son imposibles de rastrear.

La preocupación que despiertan las criptomonedas es la misma que ocasionan muchas de las nuevas tecnologías, ya que por un lado, prometen la disrupción del sistema financiero que conocemos por décadas, y por otro, activan la euforia y el pánico tecnológico entre unos inversionistas que ni conocen y ni pueden predecir el verdadero impacto de toda esta innovación.