Luego de observar los resultados de las Elecciones Municipales celebradas el pasado domingo 10 de diciembre, en la cual cabe destacar solamente se eligieron Alcaldes, Venezuela despertó a una realidad que a muchos dejó con la boca abierta y a otros  no tanto.

La magnitud de los hechos ocurridos durante la jornada electoral realmente fue para preocuparse, sobre todo por el estado de deterioro institucional existente, observamos desde ministros dejando de depositar el comprobante del voto en la urna electoral y escondiéndolo en el bolsillo, hasta puntos de chequeo oficialistas prácticamente dentro de los centros de votación, todo sin que el ente electoral actuara al respecto; por eso ya no hay ninguna duda, el Consejo Nacional Electoral es el Ministerio de Asuntos Electorales del partido de gobierno.

Todas las garantías que existían para acudir a los procesos electorales a ejercer el derecho a votar, a elegir, a ratificar o cambiar a Presidentes, Gobernadores o Alcaldes sencillamente ya no existen, por el contrario se han violentado de tal modo las normas y procedimientos, que pareciera que ya es normal que se apliquen o no y esa es una de las tantas causas por las que muchísima gente entre otras cosas se abstuvo de ir a votar.

Aunque oficialmente se niegue, estamos en presencia de una de las cifras más altas de abstención de los últimos tiempos, se maneja según expertos en observación electoral, que el 83,7% de los electores no fueron sus respectivos centros de votación, cosa sumamente grave; el CNE indico que votaron 9.1 millones de electores lo que no se vio en ninguna parte, la soledad en sitios emblemáticos de muchas ciudades así lo demostró.

Ahora bien, ante el panorama que se nos presenta, se tiene que efectuar un análisis serio de lo sucedido, no todo es a causa del oficialismo, quizás la falta de conexión o de transparencia en la transmisión del mensaje de la corriente opositora también jugo en  detrimento del espíritu democrático de ir a depositar el voto y eso también puede considerarse un pase de factura del denominado cuerpo electoral para con la dirigencia de oposición, de ser así hay que asumirlo y buscar solución, elaborar nuevos planes verdaderamente unitarios,  aplicando correctivos serios de cara a próximos comicios.

Muestra de lo que se plantea, tiene que ver con la escasa o casi nula oferta electoral que hubo, es cierto que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) con la mayoría de sus partidos decidió no participar, ahora bien, eso fue bueno realmente o por el contrario causó daño minando el deseo de los electores opositores en participar, muchas cosas hay que evaluar para avanzar.

Con todo y la decisión de la MUD, en algunos Municipios la organización vecinal opto por defender sus espacios y gracias a la participación masiva se lograron preservar dichos espacios, no sin antes pasar sus sustos, debido al hecho de no lograr la unificación de candidaturas, mientras que el oficialismo iba en bloque con un solo candidato; definitivamente los individualismos hay que terminarlos o de esto no saldremos jamás.

Ya con el fin de año acercándose nos viene a la mente lo que ha pasado hasta ahora, lo cual nos lleva a pensar si nuestro país tiene futuro, en lo que a mí respecta digo que por supuesto que sí lo tiene, pero todo pasa por cambiar los esquemas, los parámetros, las conductas, potenciar la economía, tener transparencia en el manejo de los recursos del estado y un sinfín de cosas que no serán posibles si el actual mal gobierno sigue en el poder; por lo tanto toca reinventarse y buscar otro tipo de acciones dentro del marco democrático y constitucional para lograrlo.

Finalmente y volviendo al inicio, una de las cosas que hay que lograr, es un verdadero equilibrio en lo que se refiere al CNE, ejecutando dichos cambios y haciéndolos realidad, sería una de las maneras de enviar un mensaje claro a los electores y generar confianza en éstos para que crean en el sistema nuevamente, cambiando a las rectoras y rectores, al igual que haciendo cumplir las leyes en materia electoral entre otras cosas, aclararían el ambiente mirando hacia un futuro de mayor transparencia.

Se hace necesario con suma urgencia, tomar en cuenta el factor calidad de vida, para lograr también ese mejor futuro que muchos anhelamos actualmente, por eso necesariamente los cambios políticos y socio culturales correctamente aplicados, generarán una mejor gobernabilidad, lo que incidirá positivamente en la vida de los ciudadanos en general, esperemos que eso suceda con prontitud, así de simple y sencillo.