El auge de las criptomonedas ha sido sorprendente desde que surgió el Bitcoin en 2008. Sin embargo, durante los últimos 2 años las stablecoins han tenido un crecimiento y rol importante dentro del mundo de las criptos.

Más de US$ 10.000 millones están depositados en estas criptos (a comienzos de 2020 eran US$ 6.000 millones) que mantienen un valor de uno a uno con el dólar u otros activos.

¿Qué son las stablecoins?

Las stablecoins son criptomonedas que van 1 a 1 con el dólar u otro activo, como el euro o el oro. Es similar a tener dinero en MercadoPago o PayPal, con la diferencia que las transacciones se hacen en una blockchain descentralizada.

El hecho de que se maneje sobre una blockchain descentralizada tiene ventajas. Le dan seguridad por qué no hay un punto único de falla (en una blockchain cada transacción está en muchos entes dispersados, en general no identificables). Y le da una mayor transparencia porque todo lo que ocurre en una blockchain está a la vista de todos y por lo tanto no es tan simple “hacer trampa” para el emisor.

Para tener una stablecoin sólo hace falta descargar una wallet en el celular y conseguir alguien que te la venda. Para venderla simplemente le pasas tu dirección de wallet (similar a una cuenta bancaria) y te mande las criptos. Existen “bancos de criptomonedas” llamados exchanges que las venden a cambio de una transferencia bancaria o también se pueden comprar mano a mano enviando la cripto de celular a celular (persona a persona).

¿Cuáles son las stablecoins?

Como muestra el gráfico, la stablecoin más importante es “Tether” que ya ronda los US$ 9.000 millones emitidos (aproximadamente, 85% del total). Según algunos reportes, el Tether es muy utilizado en Asia y su mayor crecimiento se dio en el intercambio entre chinos y rusos.

¿En qué blockchain circulan las stablecoins?

Existen distintas blockchains con distintas características respecto a funcionalidad, seguridad y experiencia.

La red más utilizada para stablecoins es Ethereum. Otras redes importantes son EOS, Tron, Omni, Liquid y Algorand. Estas redes son las que permiten la validación de tlas ransacciones de manera descentralizada. Allí es donde se encuentra el registro de las posesiones y donde se validan las transacciones entre usuarios.

La ventaja de la blockchain de Ethereum es que es la más utilizada, lo cual le da una enorme liquidez y posibilidad de pasar fácilmente de una a otra además de acceder al mundo de las finanzas descentralizadas muy desarrolladas en esa red.

El problema de Ethereum, por otro lado, se debe justamente a su éxito. El sistema de validación de transacciones que utiliza se llama “Proof of work” (el mismo que usa Bitcoin, pero con otros parámetros) el cual tiende a saturarse cuando su uso crece demasiado. En ese caso las transacciones se vuelven muy lentas y muy caras. En este momento mandar US$ 1.000 a través de Ethereum puede costar más de US$1 por transacción y puede tardar más de un minuto.

En el caso del Algorand, en cambio, maneja un sistema de validación llamado “Pure proof of stake”, el cual permite mucha mayor velocidad y menor costo (4  segundos y aproximadamente US$ 0.025 por transacción) asegurando, supuestamente, niveles de seguridad comparables con “Proof  of work”.

Es importante destacar que en el caso de Ethereum, la red fue puesta a prueba en forma exitosa ya hace bastante tiempo y en cambio Algorand se trata de una novedad lanzada recién en junio del año pasado

El mundo de las criptos y en particular el de las stablecoins es muy reciente. Sin embargo, está creciendo a pasos agigantados. Tener los ahorros (dólares, euros u otros) en esa forma y poder realizar transacciones de manera segura y descentralizada podría ser una opción muy atractiva para mucha gente, especialmente para aquellos que deciden tener sus ahorros fuera del sistema financiero local. La mejor manera de aprender sobre sus posibilidades es usándolo, aunque sea con un monto pequeño. Antes de hacerlo es conveniente asesorarse con alguien que conozca del tema.