Mucho he leído acerca de la reconversión y su retórica comparación con la realizada en 2008 por parte del Expresidente Chávez, que será un “fracaso” como lo fue el Bolívar Fuerte según comentan y que no genera ningún tipo de avance referente a lo que hoy vivimos en el país, sin embargo, intentaré esbozar como podemos a veces quedarnos mirando la luz de un apuntador como un gato de algún trivial vídeo en Youtube y no enfocarnos en eventos estructurales más avanzados.

El Presidente Maduro anuncia una reconversión monetaria en medio de la instalación de un mecanismo de intercambio internacional y mecanismo de anclaje de la economía en materia macroeconómica según sus apartados teóricos y postulados administrativos como lo plateo aquí, en la cual, sustituye no sólo las piezas actuales del Bolívar sino reduciendo su denominación a una división entre 1.000 o como sencillamente le llamamos “eliminación de tres ceros” y, que es resultado de una hiperinflación que vivimos a diario, que es de facto la reconversión y ya estaba en boca de todos decir 1.000 en vez de 1.000.000, hasta ahí vamos bien, hemos escuchado de ello, que es innecesario rediscutir cuán importante son los ceros en una moneda, lo que no hemos estudiado es lo que de esto devenga.

Actualización de precios

Para el mercado privado se ha hecho común, cotidiano y necesario la actualización de precios derivado de un proceso hiperinflacionario, sin embargo, el Estado en su control de medios estratégicos como luz, agua, transporte, gasolina y demás industrias en una administración han estado rezagadas de la actualización de precios, debido a la política de subsidio indirecto y del cuidado en el acceso a estos servicios por parte de un sector de la población y del coste político que una alza en estos sectores representa, . La reconversión monetaria dejaría sin posibilidad de pago a muchos de estos servicios debido a que se perdería la denominación actual y se vería obligado a llevar al mínimo a la menor denominación de la nueva estructura monetaria, es decir, el Metro de Caracas, por ejemplo pasará de costar 4 Bs al mínimo 1 Bs Soberano, que equivale a 1.000 Bs. Siendo esto un proceso enmarcado en la estandarización internacional de estructuras económicas que nos traerá la apertura cambiaria impulsada desde la emisión del Petro.

Intento de recuperación de valor digital del Bolívar

El epicentro de la reconversión monetaria no es recuperar el valor del Bolívar como un todo en un primer término, sino, estratégicamente recuperar el control de la circulación de la moneda en el territorio perdido en las fronteras venezolanas a raíz del control cambiario y las distorsiones generadas para tales fines. La medida de reconversión monetaria engranada con la legalización de patrimonio bancario y financiero mediante DICOM en criptoactivos, inicia la presión sobre los bolívares digitales, que serán el medio de cambio en mercados secundarios del Petro para el resto de la economía y derivado de la actualización cambiaria dependiendo de esta oferta y demanda, pierde así de manera tajante la posibilidad de alcanzar valor diferencial importante entre el Peso Colombiano y el Bolívar Venezolano para la compra de bienes en nuestro territorio al no ser ofertado en las fronteras el dinero efectivo como mecanismo de canje por una moneda de mayor valor.

Financiamiento de transferencia directa

El Gobierno ha sustituido el tradicional mecanismo de subsidios indirectos y la proveeduría de bienes en ciertos sectores por la transferencia directa a cada ciudadano, esto permitirá el desmontaje de toda una estructura que ha generado costos incalculables a la nación y que muchos de ellos han sido hechos de corrupción deplorables. La reconversión generará el rencause de la liquidez monetaria hacia el epicentro redistribuidor, el Estado, quien con la política monetaria restrictiva cambiaria tendrá el dinero digital suficiente para financiar este plan que ayudará a paliar los embates de la apertura económica que se avecina.