Algo que nunca había sucedido en la industria petrolera sucedió ayer: precios negativos en un contrato a futuro. Y aunque mucha gente puede ver esto y pensar que el precio del petróleo es US$ 1 o menos, la realidad es otra. La respuesta corta es que no, el precio no es cero.

Los futuros están atados a una fecha de entrega específica. Hacia el final de la fecha de vencimiento el precio típicamente converge con el precio físico del crudo ya que los compradores finales de los contratos son entidades como las aerolíneas que requieren la entrega física.

Los contratos futuros son, en última instancia, contratos para la entrega física del producto básico o del valor subyacente. Mientras que algunas personas en el mercado especulan con los contratos, otras compran y venden porque tienen un uso para el propio producto subyacente.

Cerca del vencimiento del contrato, los agentes que comercian con estos instrumentos comienzan a comprar el contrato de futuros del mes siguiente. Los que se mantienen en la posición hasta el ultimo día suele comprar el producto básico físico, como una refinería o una aerolínea.

En la jornada de ayer (20 de junio), el contrato del WTI que cayó en territorio negativo es para la entrega de mayo, y expiraba hoy. Con el coronavirus causando una caída abismal en la demanda, y con los tanques de almacenamiento llenándose rápidamente, no hay demanda para este contrato.

Por esta razón, es que el precio del contrato cayó en territorio negativo. Esto significa en palabras simples, que los productores pagarían hoy para quitarse el petróleo de las manos porque no hay nadie que necesite crudo esta semana a raíz del cierre de la actividad económica.

Ahora, los contratos se negocian por meses. Y esto hay que saberlo. El contrato para la entrada de junio cayó ayer 16% a US$ 21 por barril. Hoy expiro el contrato a mayo, y el contrato a junio siguió cayendo aceleradamente, perdiendo 60% y ubicándose en US$ 13.