Primero detente un segundo… Esta breve lectura no te ofrecerá recetas mágicas para ser millonario, no te invitará a esquemas piramidales o con características de ellos, no te hablará de motivación cliché para que compres un libro de autoayuda, no te pedirá un “LIKE” o te invitará a que sigas un Instagram de algún “GURÚ” o “Influencer”. Yo como Economista, Investigador y Autor, solo quiero mostrarte mi perspectiva del caso, tienes derecho a cuestionar, refutar y rebatir, de hecho, me sentiría halagado si lo hicieras.

Según las Naciones Unidas, en el mundo hay aproximadamente 7.700 millones de personas, esto descrito en un artículo de la BBC News Mundo de julio del año 2019. Además se estima que 2.000 millones más se sumen hasta el 2050. Aterrador ¿no?

¿Por qué darían miedo estos números?

De los 7.700 millones de personas que podrían existir hoy en el mundo, un 45% (estimación propia) aproximado vive en pobreza material parcial o extrema, es decir, tienen carencias materiales, inclusive las básicas para la vida digna. Estaríamos hablando que 3.465 millones de personas en el mundo tienen poco o nada (materialmente hablando), y que además las oportunidades para obtenerlo son escasas o no existen.

Pese a estos aparentemente escandalosos números, el Informe Anual de Riqueza Mundial indicó que para el año 2019 hubo 46,8 millones de millonarios, 1.1% más que en el 2018. Dicho informe además indica que la desigualdad de la riqueza disminuyó en la mayoría de los países durante los primeros años de este siglo. En la actualidad, el 18% de la riqueza mundial reside en el 90% inferior de la población, en comparación con el 11% del año 2000. Es decir, que hay más personas con dinero, pero la riqueza como masa bruta sigue acumulada en un 10 máximo 15% de la población mundial. Y ¿Dónde están?

Partamos de la hipótesis de que el 40% de la población mundial tiene un ingreso mensual base promedio mínimo de 1.500$, destina 50% a gastos, 10% a ahorro, 30% a inversión y 10% a ocio y que tu actividad económica está en el 10% de ocio para la familia, que para ti, podría representar 1,5$ al mes (no constante, el ocio no es constante en las decisiones de compra de la familia) ¿Cuántas familias deben comprarte lo que ofreces por lo menos una vez al mes para cubrir costos y gastos y generar un mínimo 3% de utilidad real? ¿Están cerca de ti o tú debes llegar a ellos? ¿Comparan tu precio con el de otros que ofrecen bienes y servicios similares a los tuyos? ¿Cuántas familias hay en tu entorno geográfico inmediato y cómo llegarías a ellas?

Puedo seguir haciendo decenas de preguntas que podrían hacer explotar tu cabeza, y sabes que… Lo haré, esa es la idea de este artículo:

Pese a que las expectativas de riqueza en el mundo mejoraron en el 2019, el 2020 es otra historia, por un factor despreciable: PANDEMIA. Y las decisiones de compra o consumo varían, primero es la vida, la salud, la seguridad; el ocio, ahorro e inversión se anulan del juego (no es su totalidad ni aplica para todos), la posibilidad de ventas se ven afectadas, tu actividad se detiene o se hace lenta, te preguntas entonces

¿Sigo en esta actividad o cambio a otra cosa?

Comienzas a mirar a los lados, los que venden alimentos parece que les va bien, imitas la actividad económica, te mimetizas y vendes. Cambia de nuevo el mercado, hay flexibilización y la venta de licor se dispara, zapatos y ropa vuelven a estar sobre la mesa. ¿Piensas en cambiar de nuevo?

Y a todas estas: ¿Dónde están los millonarios? ¿Qué compran? ¿A quién le compran? ¿Puedes llegar a ellos? ¿O estás dentro del rango de público meta que ganaría 1.500$ en promedio al mes?

Si nunca te habías preguntado nada de esto, señores, es hora de revisar. Aunque este análisis es mucho más complejo que los breves números e hipótesis que dibujé aquí, el poder responder a: cómo ganar dinero en una economía desafiante dependerá de:

Que entiendas que el mundo tiene estratos de consumo, la riqueza material y su distribución sigue siendo desigual, existen patrones de consumo que debes conocer si quieres llegar a ellos.

Si debes moverte de tu zona geográfica de comodidad para alcanzar a ese mercado meta, hazlo, el mercado con poder adquisitivo no va a buscarte en tu pueblo recóndito, debes salir al mundo sin miedo.

Jamás subestimes el conocimiento científico aplicado al desarrollo de modelos de negocios, modelos empresariales y estrategias de mercado, el desarrollo humano es 50% conocimiento y 50% práctica.

Existe la reciprocidad financiera: los ricos les compran a los ricos, pues entre ellos asumen que hay códigos comprensión por afinidad (esto no lo se por ser millonario, pues aún no lo soy, esto lo se porque lo he estudiado). Por lo tanto, internaliza la calidad como filosofía de gestión, dalo todo por ofrecer algo bueno, y recibirás como consecuencia lo que aspiras y más.

El dinero es un activo de riesgos, por lo tanto, demanda valentía, disculpa si suena rudo, pero la cobardía y el dinero por lo general no están juntos.

La inversión social desde la empresa te beneficia directa e indirectamente, si ayudas a disminuir ese 45% de la población mundial que se encuentra en pobreza, generarás más renta en los bolsillos de miles que consumirán, invertirán, ahorrarán. Es un proceso cíclico, al que ayudas hoy, podría ser un aliado, un socio o un cliente mañana, no subestimes el poder de ayudar.

Cada paso que des, debe ser estratégico, ya basta de hurgar la nariz esperando que lleguen los clientes, sin acción inteligente no hay resultados sustentables.

Piensa como matemático, pero actúa con el corazón. Sí, debemos tener métricas, pero la empatía siempre es la esencia de toda relación que trasciende, y esto aplica también para las relaciones económica-empresariales

Afligirte en la soledad te resta energía, mejor acompáñate de personas que estén en acción, que tengan visión y que estén generando resultados (aléjate de los “motivadores” de tarima).

Y para finalizar: Por favor, por favor y por favor, ya es hora de hacer a un lado toda ilusión del dinero fácil y los esquemas que lo ofrecen, ya no más pirámides, no más esquemas que se venden como MLM (que no lo son y dejan en mal a los que sí trabajan de forma honesta con ese modelo), hay que sacar del sistema económico real a las personas que usan la necesidad y aspiraciones de otros para lucrarse de forma deshonesta, estafar y desaparecer, es tiempo de pensar.

Una economía diferente reclama de cada uno de nosotros una visión más amplia, un carácter más firme y unas ganas de querer hacer el bien casi infinitas. La prosperidad compartida existe, pero no llega sola, se construye, manos a la obra.