El modelo con el que nos han educado a todos nosotros es el instaurado por el rey de Prusia en el siglo XVIII, que estableció la educación primaria gratuita y obligatoria, entre otras cosas con el propósito de crear una clase trabajadora dócil y disciplinada, respetuosa de la autoridad y acostumbrada a cumplir horarios.

El modelo educativo Prusiano le permitía al rey transmitir su pensamiento político mediante programas de estudio redactados por el gobierno. Además, el modelo de clases en sí mismo contenía formas sutiles de moldear la mente de los alumnos: Éstos estaban sentados en filas para escuchar las disertaciones de su maestro, las clases estaban separadas en “materias” que eran dictadas en periodos de 50 minutos, debían ser memorizadas cada una en sí misma sin relación con las demás, para que los estudiantes saltaran de una a otra, con constantes interrupciones que no permitían estimular el pensamiento crítico ni desarrollar ideas peligrosas.

El modelo Prusiano también ayudó a crear una clase media de trabajadores manuales que se emplearon en las fábricas durante la Revolución Industrial, pero ya no sirve para la economía de la innovación del siglo XXI. Hoy en día hace falta incentivar la creatividad y la facultad de resolver problemas. Las nuevas realidades económicas ya no requieren una clase trabajadora dócil y disciplinada sino creativa, curiosa, autodidacta, capaz de concebir e implementar nuevas ideas.

En el sistema educativo tradicional, el tiempo designado para aprender una materia es fijo, mientras que la comprensión de los alumnos es variable. Es decir, la clase se imparte en un plazo determinado, independientemente de cuanto haya aprendido cada alumno. Esto se refleja en las calificaciones: los estudiantes aprueban si responden correctamente una fracción de las preguntas de un examen. Eso significa que se quedan sin entender la fracción restante, y eso les quita fundamentos necesarios para avanzar en las próximas clases. Con el tiempo, los déficits de conocimiento se acumulan, haciendo cada vez más difícil el progreso en los estudios.

Un enfoque pedagógico innovador es el Flipped Learning donde la instrucción directa se mueve desde el espacio de aprendizaje colectivo hacia el espacio de aprendizaje individual, transformándolo en un ambiente de aprendizaje dinámico e interactivo en el que el educador guía a los estudiantes a medida que se aplican los conceptos y puede participar creativamente en la materia.

Un ejemplo resaltante es el de Salman Khan, ingeniero del MIT con maestría en Harvard, quien comenzó grabando videos en YouTube para ayudar a su prima con sus tareas de matemáticas y tiempo después, gracias a la éxito y difusión de dichos videos, dejó el mundo de Wells Street para crear www.khanacademy.org concebida como una organización sin fines de lucro que da educación gratuita a todo el mundo; en esta academia se imparten clases de matemáticas, física, química, además de 28 idiomas sin costo alguno. Esta iniciativa es financiada por la filantropía de organizaciones como la Fundación Gates, Google y Netflix entre otros.

El Flipped Learning no solo se fundamenta en clases a través de videos, aunque el vídeo es un importante componente no es el principal, el beneficio más valioso es el mejor uso del tiempo de clase para que los estudiantes participen en actividades que impliquen el desarrollo de estrategias de aprendizaje de nivel superior.

Existen cuatro pilares del Flipped Learning:

Entorno flexible: Los educadores crean espacios adaptables donde los alumnos eligen cuándo y dónde aprenden. Además, los educadores que invierten sus clases son flexibles en sus expectativas en los tiempos de aprendizaje y en la evaluación de los estudiantes.

Cultura de aprendizaje: El modelo de aprendizaje Flipped cambia la instrucción hacia un enfoque centrado en el alumno, en el que el tiempo de clase se dedica a explorar los temas con mayor profundidad y crear más oportunidades de aprendizaje. Los estudiantes participan activamente en la construcción del conocimiento.

Contenido intencional: Los profesores emplean contenido intencional para maximizar el tiempo de clase con el fin de adoptar métodos y estrategias activas de aprendizaje centrados en el estudiante para así desarrollar la comprensión conceptual y la fluidez de procedimiento.

Educador profesional: Los educadores profesionales observan continuamente sus alumnos, proporcionándoles retroalimentación relevante en cada momento, así como evaluación de su trabajo. Los educadores profesionales son reflexivos en su práctica, interactúan entre sí para mejorar la calidad de su docencia, aceptan la crítica constructiva y toleran el “caos controlado en sus aulas”.

Aunque loable por haber instaurado la educación primaria gratuita y obligatoria, el modelo Prusiano no ocultaba ser un mecanismo de control político. El mundo actual exige eternos estudiantes, nuevas y mejores técnicas de aprendizaje donde se aproveche al máximo el potencial de cada sujeto para enfrentar el exponencial desarrollo global que experimentamos. Los estudiantes de primaria de 1960 nunca imaginaron que trabajarían con computadoras; los que cursaron primaria en 1970 no tenían idea de que existiría Internet; y los estudiantes de primaria del año 2000 jamás pensaron en toparse las impresoras 3D. Es por ello la importancia del constante aprendizaje y la voluntad de preparación para coadyuvar al desarrollo de la sociedad en la que nos desenvolvemos.