Últimamente se ha escrito y se ha hablado, en gran medida, sobre la Inversión en las Bolsas de Valores y los beneficios que esto trae para el Inversor. Este posiblemente sea el tema más común de ver en la prensa especializada, ya que hay muchos más inversionistas para comprar acciones, que acciones de empresas a ser repartidas. Pero, ¿Qué tal si ahora nos planteamos la situación desde la otra cara de la moneda? Es decir, desde el lado del emisor, la empresa que emite o cotiza en la Bolsa de Valores.

No cabe duda que las empresas son un pilar fundamental en la economía de un país, y no solo por el hecho de producir y comercializar sus productos o servicios, sino que también implica que un conjunto de emprendedores decida tomar una serie de compromisos que, terminantemente influirá en el desarrollo de la sociedad en su conjunto. En general, podemos decir que los puntos más importantes sobre la labor que tiene el sector empresarial en las economías se pueden resumir en estos 3 puntos básicos:

  • Trabajan en la producción de bienes o servicios que satisfacen las necesidades de la sociedad.
  • Generan valor agregado al remunerar a los integrantes de la empresa, bien sea en forma de sueldos y salarios (oportunidades de empleo) o en forma de utilidades o dividendos (oportunidades de inversión).
  • Contribuyen al pleno desarrollo de la sociedad y de sus integrantes promoviendo valores fundamentales que enriquezcan su proceso.

La economía de un país cuenta con infinidades de empresas. En Estados Unidos, por ejemplo, hay más de 1.000.000 de compañías dedicadas al comercio al por menor y las del sector de construcción se ubican en casi 700.000 (Statista, 2016). Todas ellas, junto a otros sectores, conforman un universo de producción que, sin duda, requiere de recursos, tanto humanos como tecnológicos, por lo que para poder operar y desarrollar sus proyectos, necesitan de la obtención de los recursos financieros para acometerlos. 

Escogiendo la fuente de financiamiento

Las empresas, en general, tienen dos maneras de obtener financiamiento. La primera, y más tradicional, es a través de la banca. Y es que generalmente las empresas tienden a estar bajo una estructura familiar y su sentido de pertenencia les hace ser muy conservadores, por lo que intentaran recurrir a mecanismos que les proporcionen seguridad y obtención de recursos a corto plazo sin un compromiso muy arraigado.

La segunda, y quizás a la que los empresarios le tienen temor por la falta de conocimiento, es través del Mercado de Valores, donde existen actores con excedentes de recursos en búsqueda de inversiones que le generen rentabilidades (inversionistas). 

Optar por este tipo de financiamiento generalmente está enfocado al largo plazo, para el desarrollo de proyectos o crecimiento de la empresa. Incluso, cuando la empresa sale al mercado, se vuelve más atractiva pues su gestión se vuelve institucional y fortalece su estructura financiera, ya que deben desarrollar esquemas de financiamiento competitivos. 

Deuda o Capital

Una vez que la empresa elije acudir al Mercado de Valores, es momento de escoger dos de las modalidades que se ofrecen, estas son: (1) endeudamiento a través de la emisión de nuevas acciones o renta variable (aumento de capital) o (2) por medio de obligaciones o títulos de renta fija (aumento de deuda).

Esta decisión debe estar en línea al destino que se le quiere dar a los recursos que van a ser captados, diferenciando la utilización de recursos de corto plazo para capital de trabajo y de largo plazo para financiar las actividades de expansión y desarrollo.

Si, por ejemplo, la empresa opta por la emisión de nuevas acciones, esto le va a permitir financiar el crecimiento de su empresa sin afectar directamente su relación de deuda-patrimonio, lo que le facilita el manejo de recursos para proyectos a largo plazo. 

Ventajas que ofrece el Mercado de Valores para las empresas

Cuando una empresa acude al Mercado de Valores para obtener financiamiento, trae una serie de beneficios que incrementan el potencial de la misma, entre ellos:

  • A través de la emisión de títulos de deuda la empresa emisora baja sus costos de financiamiento ya que se encuentra en la posibilidad de poder controlar su tasa de financiamiento, la cual debe estar acorde al riesgo implícito en los títulos, así la tasa será atractiva tanto para los inversionistas como para el emisor que, para este último, sería menor a la que pagaría por un crédito bancario. 
  • La empresa logra un manejo eficaz sobre el flujo de efectivo pues tienen las posibilidades de optar por solo pagar intereses periódicamente, bien sea mensual, trimestral o semestral, y el capital pagarlo hasta el vencimiento de los títulos emitidos, de esta manera puede realmente aprovechar el uso efectivo de capital en proyectos que le generen rentabilidad.
  • Cuando una empresa participa en el Mercado de Valores, este le otorga reconocimiento y prestigio financiero, pues este proceso de acceder al financiamiento bursátil es bastante exigente y requiere que el emisor cumpla con ciertas características. Es decir, si la empresa logra obtenerlo, significa que tiene el grado de madurez suficiente para hacer frente a sus posibles inversionistas, generándole mayor confianza a quien desee estudiar la empresa o invertir en ella.

Desventajas asociadas de participar en el Mercado de Valores

Particularmente no lo veo como desventajas, sino como una intranquilidad que quizás la empresa no estaba acostumbrada a asumir: la necesidad de abrir su información financiera tanto al público en general como a las autoridades que pertenecen al sistema financiero, puede causarles ruido. Además, el empresario tendrá la obligación de adecuarse a un exigente estándar de transparencia para proporcionarle mayor seguridad al inversionista. 

Un costo asociado a esto podría ubicarse en que la empresa se encontrará en la eventual necesidad de contratar personal más especializado o incluso tener que invertir en su tecnología de manera que toda la información se encuentre al día y a la disposición de todos.

Asimismo, las empresas deben emitir sus Estados Financieros por una empresa de auditoria reconocida que este previamente registrada ante los entes correspondientes y eso quizás signifique un costo alto.

Al mismo tiempo, la empresa está sujeta a muchas más regulaciones e inspecciones por parte de los entes regulatorios, quienes son los encargados de velar, en gran medida, por la seguridad de los inversionistas. 

Si evaluamos estas “desventajas” nos damos cuenta que, más que desventajas, son costos a los que quizás la empresa no está acostumbrada a responder. Sin embargo, a la hora de solicitar financiamiento, es necesario que la empresa disponga de un plan estratégico donde se evalúen todos y cada uno de los costos asociados a la emisión, ya que de esta manera se podrá determinar si realmente es un mecanismo viable y si efectivamente va a ser capaz de responder ante el endeudamiento.

Financiamiento a través del Mercado de Valores: Caso venezolano

En Venezuela, el universo de empresas ha bajado en los últimos 5 años de 12.500 a 3.500, un numero increíblemente alarmante. Sin embargo, quienes se han mantenido en pie, siguen buscando la vía adecuada para seguir adelante e incluso desarrollar los proyectos que harán crecer sus empresas y ampliar su horizonte de posibilidades.

Indudablemente en nuestro país, existe un nivel muy alto de desinformación con respecto al Mercado de Valores, que, a pesar de contar con más de 70 años de operaciones interrumpidas, es muy poco conocido por la sociedad en general. De hecho, la mayoría los empresarios siempre ha tenido como tradición el hecho de recurrir únicamente al sector bancario en búsqueda de financiamiento, el cual, dada las condiciones actuales, está terriblemente restringido por los altos niveles de encaje legal que deben cumplir los bancos, sin dejar a un lado la devaluación de la moneda. 

A raíz de esto, se ha iniciado una campaña de promoción (y de reconocimiento) al Mercado de Valores Venezolano. De hecho, es importante destacar, que, desde la Superintendencia Nacional de Valores, entidad que supervisa las operaciones bursátiles en el país, se han buscado todas las alternativas posibles para invitar a los empresarios a financiarse a través de este Mercado que, sin duda, le brinda muchas opciones que la Banca no tiene las posibilidades de cubrir en estos momentos.

Las empresas requieren de financiamiento

Si comparamos las economías de nuestros países vecinos, podemos darnos cuenta que es más común de lo que parece que las empresas recurran a la Bolsa en busca de financiamiento, siendo la mejor manera de financiar las actividades de expansión y desarrollo a largo plazo, además del nivel de prestigio que le brinda a la institución.

Es importante recordar que las empresas necesitan de capital para poder: constituirse, expandirse y mantenerse en el tiempo, por lo que es vital recurrir a las fuentes de financiamiento que más se adapten tanto a sus necesidades como su capacidad de respuesta. 

Es por esto que hago hincapié en que las empresas deben estudiar a fondo la necesidad de los fondos, y con esto hago referencia a que ambos tipos de financiamiento, tanto la banca como el Mercado de Valores, son complementarios, de hecho, las entidades tienen proyectos de corto y largo plazo y es ahí donde pueden lograr evaluar y diferenciar cual mecanismo se adapta a sus necesidades.