Una vez más las estafas piramidales, uno de los engaños más conocidos está en el centro del debate en los medios de comunicación y redes sociales, pero a pesar de esto, muchos siguen cayendo en la trampa.

Este tipo de negocio engañoso no tiene misterio: Consiste en ofrecer altos retornos en un corto tiempo, para luego utilizar parte del dinero de los nuevos inversores para pagar a los antiguos y así dar una apariencia de que el negocio funciona.

Actualmente, el debate se ha centrado sobre la estafa de la flor de la abundancia, el cual también recibe el nombre de Esquema Ponzi, por el italiano Ponzi, quien se hizo millonario a principios del siglo XX en Estados Unidos aplicando este tipo de estafa.

¿Cómo detectamos este tipo de estafas?

Para no caer en la trampa y perder nuestro dinero, hay que identificar algunos signos que deben, por lo menos, despertar nuestras sospechas de poder estar ante una estafa piramidal:

Rentabilidad segura

Dentro de este tipo de negocios es normal que te ofrezcan grandes ganancias en poco tiempo, ya que al principio es muy fácil cumplir con el pago de intereses porque no procede de ninguna ganancia sino del 100% de lo que el inversor inicial ha inyectado.

Si te ofrecen una rentabilidad tan alta desde el principio, debes desconfiar e informarte más sobre lo que te están ofreciendo.

Reclutamiento constante de nuevos miembros

En este tipo de esquemas constantemente se está invitando a gente a participar debido a que gran parte de sus ganancias provienen de ellos. Si detectas que el negocio en el que te están invitando a invertir tiene constante movimiento de personas, ten mucho cuidado.

Asimismo, este esquema necesita que entren nuevos miembros constantemente para que el mismo perdure y así aprovecharse de tu red de conexiones.

Origen dudoso de la rentabilidad

Si te ofrecen pocos detalles de cómo funciona el negocio y de cómo obtiene sus ganancias, es posible que se trate de un fraude o de algo ilegal. Intenta obtener toda la información necesaria antes de entrar al negocio.

Pagar por trabajar

Esto es simple. Si te invitan a una charla en la que te ofrecen un puesto de vendedor, pero te piden que compres primero la mercancía… mal negocio. Uno no debe pagar por trabajar

No dejarse deslumbrar

La charla para captar nuevos miembros puede hacerse en un hotel caro, el director de la empresa puede ser millonario y la compañía puede aparecer en los medios de comunicación apoyada por gente famosa. Ninguna de estas cosas debe deslumbrarte y ni hacerte bajar la guardia.

Los invitamos a leer “La increíble historia del estafador Carlo Ponzi y su esquema pyramidal”.