Los materiales o mercancías que han servido para comprar y vender bienes han evolucionado con el desarrollo de las sociedades, desde el trueque, el ganado y el oro hasta llegar a los billetes, monedas y dinero electrónico que ahora conocemos y usamos cotidianamente. Pero, como las sociedades están en una constante evolución, en la actualidad y de la mano del avance de las nuevas tecnologías, han surgido nuevas formas de relacionarnos con el dinero y comerciar.

Actualmente, existen alternativas para comerciar y relacionarnos con el dinero que se extienden y consolidan como medios de intercambio para muchas empresas y personas quienes las aceptan y dan por válidos. Estas alternativas son las criptomonedas, que inició con el Bitcoin, primera criptomoneda nacida en el año 2009 que además dio pie a otras monedas con el mismo objetivo, los pagos sin intermediarios y por tanto con comisiones más bajas por transacciones.

Ajá, pero ¿qué son y cómo funcionan? Las criptomonedas son un nuevo tipo de dinero descentralizado que utiliza la criptografía como medio de control en su creación y transacciones, se diferencia del dinero fiduciario porque este tipo de dinero solo se existe en la web. Su generación es puramente digital al igual que su almacenamiento.

Las criptomonedas pueden ser utilizadas en cualquier parte del mundo, siempre que el pagador y cobrador así lo acepten.

Esta condición es esencial, puesto que, si nadie las acepta como medio de intercambio, no tendrían valor. Como pasaba al inicio con otras monedas como el oro, cuanto mayor fuese el uso que la población hacía de ellas, aumentaba su valor de intercambio. De igual manera, si estas perdieran la confianza entre los usuarios podrían llegar a desaparecer. Sin embargo, las criptomonedas se han popularizado por la aceptación y adopción de importantes y grandes instituciones financieras como JP Morgan (EEUU), Fidor Bank (Alemania), entre otras, así como países que ya tienen sus normas y regulaciones para el funcionamiento de las mismas; además estas dan respuesta a problemas de controles cambiarios e inclusive a la inestabilidad económica.

Entonces las criptomonedas son el resultado de la evolución, siendo estas quienes ahora comenzaran a cumplir con ser un medio de pago al igual que los billetes y monedas (dinero), pues el dinero como medio de pago se considera como el objeto que se transfiere entre las partes cuando se efectúa un pago del mismo modo que con las criptomonedas debe ser aceptado entre el comprador y pagador. Incluso, los pensadores clásicos como Platón y Aristóteles afirman dicho planteamiento. Pues Platón definía el dinero “como un símbolo que facilitaba el intercambio” mientras Aristóteles lo consideraba “un bien que tenía como función básica: ser usado como un medio de cambio en los mercados de bienes”.

Ahora ante la actual pandemia por el COVID-19 se considera el mejor medio de pago puesto que para realizar los pagos con criptomonedas no es necesario el contacto físico directo, este se realiza a través de la lectura de un código QR del receptor del pago, luego se registra el monto a pagar y se envían las criptomonedas, además se caracteriza por ser un medio que brinda seguridad, sirve para pagos internacionales que se hace efectivo en cuestión de minutos, no es necesario dar cambios, no hay riesgo de falsificación, los costos de transacciones son bajos (entre 0,05$ y 1$ cuando muy alto), cero estafas por cancelación del pago.

Ya que las criptomonedas representan una forma de pago fácil y segura sin necesidad de pagar algún recargo adicional y ante su capitalización de $173.891.351.375, empresas como Dell acepta en su tienda online de Estados Unidos el pago con Bitcoin, otra gran compañía es Microsoft que permite pagar sus contenidos digitales a través de Bitcoin, también está el caso de Costa Rica, país en el que se puede adquirir la criptomoneda fácilmente por medio del sistema Sinpe o depósito bancario nacional y utilizando la plataforma LocalBitcoins.

¡Ahora todos cambian la forma de comerciar y su forma de relacionarse con el dinero!